Pintarse el rostro, que suele complementarse con pintura corporal, se realiza siguiendo los ritos de las tribus y las actividades culturales específicas de los grupos tribales africanos.
Esta tradición también tiene distintos propósitos y significados para las distintas tribus, como para la caza, eventos particulares, rituales, estatus tribales y para la guerra. El rojo es un color violento; es el color de la guerra. Por extraño que parezca el negro, que se considera ser un color desfavorables en la mayoría de las culturas, es el color de “vivo”, se usa en la cara durante los preparativos de guerra.
Dentro de la practica Tradicional Yoruba, a pesar de que el sacerdote tiene innumerables recursos para evitar una guerra y disputas innecesarias, hay momentos en que se vuelve inevitable, y por mucho que lo evitemos, el enemigo sigue avanzando hacia nosotros buscando apropiarse de todo lo que nos lleva toda una vida lograrlo. Es en ese momento en el cual se recurre a Esú Ijá, como uno de los últimos recursos del sacerdote, es el Esú preparado para la guerra, el hechicero infalible que nunca perdió una batalla.
Èsù Ija está empleado y comprometido para desestabilizar al enemigo, provocando a menudo que sus defensas empiecen a trabajar contra él.
Este Èsù tiene una alta carga energética, que incluso es capaz de desestabilizar todo un entorno, y por eso que en la antigüedad nuestros mayores solían dejarlo en un lugar secreto y oscuro, en el bosque.
El sacerdote Acude a él para alimentarlo periódicamente con el propósito de mantener esta fuerza y estar siempre activo y listo para la guerra en momentos de extrema necesidad. Es por esto que el Bábáláwo debe tenerlo cubierto con una tela negra o roja, alejado del entorno, nadie puede verlo ni destaparlo solamente el Bábáláwo que trabaja con él, en algunas ocasiones el Bábálawo puede mostrarlo a la gente que busca su ayuda.
Actualmente los pocos sacerdotes que conocen los secretos de Esú Ija tienen el hábito de mantenerlo oculto, de mantenerlo guardado en lugares muy específicos, a menudo enterrados en su propiedad o al pie de un árbol al pie de su casa, en el último caso, en una habitación o espacio preparado exclusivamente para él, fuera de la vista de todos.
Èsù Ija, se usa exclusivamente para la guerra, para pelear, para causar problemas de salud y en la vida diaria, para atacar o para devolver un ataque sin piedad al enemigo por medio de brujeria. Tiene la fuerza y el poder necesarios para los propósitos más radicales que no se pueden enumerar, incluso puede causar la muerte sobre el oponente. Su principal combustible es el Adín el cual puede ser sustituido perfectamente y funcionando igual con una mezcla de aceite con chiles el cual se vierte hirviendo sobre el Esú lo que causa que sea despiadado y brutal contra su víctima.
La pintura en su rostro y cuerpo connota su carácter guerrero y despiadado, así mismo son símbolo de poder y un camuflaje para la guerra, los elementos que lo conforman son símbolo de poderío, estatus, protección y herramientas de destrucción, puesto que en estos están activados diferentes Akoses o formulas por medio de encantamientos que hacen los africanos mientras lo confeccionan.
Las plumas de la imagen no están incluidas, usted las coloca después de su activación
Akoses incluidos con Esú Ijá
- Agbara Oso: Potencializa nuestro Asé para hacer brujeria. Etú e Ikóbere, El Etu va en ¼ de ginebra y se bebe un poco antes de que se trabaje.
- Nukuro: Para limpiarnos después de hacer brujeria o cualquier trabajo con el que e trabaje negativamente. El Etu va en ¼ de ginebra y se bebe un poco despues de que se trabaje, el jabón se utiliza después de trabajar.
- Abílú: Incrementa la fuerza de hechizos y encantamientos negativos que dirigimos a las personas, propiedades o intenciones, el polvo se usa sobre el Ebo o en el momento del sacrificio soplándose directamente sobre los materiales.
- Okú kú: Este Etú es utilizado para enviar a un espíritu maligno a dañar a alguien, el Etú debe ser usado en los trabajos (soplarse de la mano), también puede ser guardado en una calabaza pequeña o jícara, envolver en tela negra, para posteriormente ser lanzado a la casa del enemigo asegurándose de que truene al ser arrojada.Ifa Emi: Conectividad espiritual y percepción de enemigos, este Àkòsé tiene por función la comunicación espiritual o conjugación sensorial con Ifá, logrando con esto una firmeza en nuestras tareas cotidianas, al mismo tiempo que nos protege avisando por medio de sueños y presentimientos sobre calamidades que pudieran venir o sobre actos que se puedan cometer en nuestra contra, del mismo modo nos facilita el estudio, comprensión, adivinación y practica de Ifá/Osá.